el barro u arcilla ayuda a estimular la circulación en la piel y todavía más importante cuando usamos la arcilla en mascarilla, ésta se seca sobre la piel absorbiendo los aceites e impurezas en la piel, dejándola fresca, tersa y limpia.
Lo ideal es dejar actuar la arcilla sobre la cara, hasta que ésta se seque completamente.

Para retirarla, es mejor hacerlo con una esponjita o toalla humedecida con agua tibia o caliente, para acabar de limpiar en profundidad.

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